La adoración es un acto interno del corazón que se manifiesta externamente a través de distintas formas. Pero algo tan íntimo como una adoración genuina solo puede nacer por un profundo amor y agradecimiento a Dios.
“Te amo, oh Jehová, fortaleza mía. Jehová, roca mía y castillo mío, y mi libertador; Dios mío, fortaleza mía, en él confiaré; Mi escudo, y la fuerza de mi salvación, mi alto refugio.”
Salmos 18:1-2 RVR1960
Nuestra adoración es el reflejo de la cercanía de nuestra relación con Dios. La forma en que vivimos, servimos a otros, ministramos, etc. Entre más cerca estamos de Él, más nos parecemos. De lo contrario estas son las palabras que nos dice El Señor :
Dijo entonces el Señor: «Por cuanto este pueblo se acerca a Mí con sus palabras Y me honra con sus labios, Pero aleja de Mí su corazón, Y su veneración hacia Mí es solo una tradición aprendidade memoria
Isaias 29:13 NBLA
Si hasta ahora nuestra adoración ha sido escasa es momento de acercarnos más a Dios y conocerle. Necesitamos tener un encuentro genuino con El Gran Yo Soy.
“Hasta ahora solo había oído de ti, pero ahora te he visto con mis propios ojos.”
Job 42:5 NTV
Que tu adoración sea tan real y tan fuerte como tu relación con Dios 😊
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